Me abrazaste a traición el día que te salvé la vida, y volviste a hacerlo la noche que estuve a punto de ahogar la mía. Sin saberlo, te confesé todos mis miedos, y me tendiste la mano, sin querer quizá, o quizá queriendo, igual que aquella vez, cuando me diste el último empujón para poder rozar aquel cielo de rosa con mis labios.
Con los tiempos marcados, quizá sin saberlo, te llegaste a hacer con mi manual de instrucciones, y, sin estar, me ayudaste a decidir que voy a vivir.
Anoche, cambiaste el sabor del agua de mis párpados, de nuevo en el momento exacto.
Gracias, amigo.
7 comentarios:
qué grande, Pros...
un gran estudiante, un gran ángel de la guarda, una gran persona, y un gran amigo...
yo también le doy las gracias
por estar ahí siempre, vigilando y cuidando de mí
por animarme a correr un riesgo que él sabía que me haría feliz
por ser el cómplice de nuestras caricias, de nuestros abrazos, de nuestras sonrisas
por la infinita bondad que encierra dentro
pero ahora, sobre todo, por estar contigo, por cuidar de ti...
Sin conocer la persona a la que va dirigida este post, me parece impresionante la fuerza de sus palabras y me recuerda la maravilla de la mano amiga
Pros es todo un ingeniero del corazón, cosa difícil de encontrar. Nadie puede desear mejor apoyo que el suyo, porque tal cosa no es posible.
...que bonito, el post y el comentario...que bonito, de verdad, que perdure y que siempre haya minutos que compartir, sonrisas y lagrimas...
La exactitud... No sé si es mejor hacer las cosas por exactitud meditada o por la impulsión de los sentimientos... Los abrazos a traición ... espero que sean al menos dulces
:D Precioso
Regalar una rosa y un libro, quizás mejor,
Un post y una sonrisa...
Un brindis por ser feliz, por estar tan bien acompañado, que dure y perdure...
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