Quedó con ella por internet, en un café del centro. Él la invitó a un descafeinado, ella a ir a su casa. Aceptó sin pararse a pensar que ni tan siquiera sabía su nombre.
Salieron de aquel café, dirección a aquella casa. Él, a su lado, se dejaba llevar por sus indicaciones, que entrecortaban silencias y aquella especie de charla insulsa sobre los edificios que los rodeaban, los coches que pasaban o los semáforos.
Al cruzar la puerta de su casa, se comportaron como animales asustados, buscándose la piel. Pronto se apagó la pasión para dar lugar a los movimientos aprendidos en otros cuerpos, calculados, milimétricos, asépticos.
Salió de allí después de aquello, pues nadie llamaría amor a lo que hicieron bajo las sábanas con las luces apagadas. Desubicado en las calles de su propia ciudad, le llevó un rato encontrar el camino adecuado.
Ya de vuelta a casa, vio tus llamadas. Tú te ahogabas y buscabas su mano para salir a flote, pero él ya había tocado fondo. Por eso, cuando entró en el dormitorio, y se tumbó a tu lado, te hiciste la dormida. El aire que le envolvía olía a otro perfume, y a derrota.
14 comentarios:
hay vivencias que marcan ese fin sin dejar lugar a dudas, vienen acompañadas de un rastro amargo y algunos trazos torcidos.
te abrazo
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Triste sinfonía la del refugio en otros cuerpos, otras luces y otras sábanas...
he llegado a notar tanto ese olor a derrota, que lo siento al lado. por desgracia, es peor cuando te vuelves una máquina aséptica. Así que esperemos que el tiempo corrija esas bifurcaciones equivocadas.
Abrazos
¿Por qué todos tus cuentos son tan reales que dan miedo?
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Audio: josh rouse - we can talk about the streetlights
..K RAZÓN TIENES MAGA..UFFF SON DEMASIADO REALES
Creo que la vida te da poeres tragos... Si siempre te hundes, tendrás que aprender a bucear, no?
Saludos.
Pienso como Maga, que no sé cómo lo haces para tocar emociones tan reales.
Un beso, niño.
Pero, porque a pesar del olor y la culpa y todo eso, volver al mismo carrusel?
Yo no diría que miedo, más bien tan humanizado, que me reflejo.
Un abrazo,
muy triste
Amargura en tus dedos que pringa de amarillo ocre las sábanas, desprende olor a derrota y tu piel áspera de tinieblas compartidas ya no recuerda batallas ganadas en mi corazón...Que triste y que bonito, genial en tus narraciones como sueles. Un beso
dureza pero realidad. Con 4 líneas eres capaz de asombrar a cualquiera con tus relatos. En cuanto al tema derrota, nunca hay que llegar a un fin hasta que no se acaba el partido, mientras hay vida hay esperanza. Nunca se puede aceptar una derrota antes de tiempo
saludos
eso me suena a retroceso a dar marcha atrás a ciertos aspectos que no me nombrar, triste melancolía lejos de... cerca de mi.
Retrato de una triste realidad.
Joder que triste...
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