domingo, enero 04, 2009

caótico

Todos buscamos algo. Durante un tiempo, antes o después de jugar con gatos, cajas y veneno, Schrödinger buscaba a Dios en la trastienda de la cuántica, para, al final, decir algo así como lo que Ray Lóriga escribía en un periódico, que cada hombre busca un Dios dentro de sí mismo, y a ese sí que no hay quien lo cague encima. Otros, buscan el límite del universo, lo que viene a ser algo así como ponerle puertas al campo, y lo buscan en medio de un caos propio, en algún recoveco de la recursividad de un fractal, quizá buscando un universo paralelo donde encontrar la vida que soñaban, o un infinito, bien para no añorar el tiempo perdido, o para no ahogarse en espacios pequeños, o, simplemente, para ver que existe algo que no se acabe, y no es que seamos tan vagos como para que nos abrume pasarnos la vida contando.

Todo el mundo busca ese algo que, le pongan el disfraz que sea, no es más que una esperanza. Yo también la busco, pero quizá, porque no conozco nada tanto, me conformo con buscarla en una sonrisa, una mirada, un abrazo; en algo que nace de mí, y por eso puedo llamar mío; en los míos.

3 comentarios:

Elendaewen dijo...

Tengo la teoría,
de que por fuera soy tan ordenada (y te asguro que soy quisquillosa hasta el extremo), porque por dentro soy un caos.
Y no creo que busque un orden.
Sólo equilibrio.
Feliz Año, Felices Reyes.

Anónimo dijo...

de lo mejor que has escrito, para mi gusto

Lost in Translation dijo...

hola, como va todo por aqui?