lunes, mayo 09, 2011

un día en la tierra

Me gusta mirar la punta de mis pies cuando me siento en la vieja vía. Me gusta recordar que un día brillaban, antes de que el polvo lo cubriera todo y me quedara aquí, casi solo.

Me gusta recorrer los escombros, abrir mis puertas, y abrazar aquello que ya nadie quiere. Aunque, luego, sólo sea un cubo apretado; un cubo como tantos otros que le harán compañía, que irán levantando paredes y trincheras para impedir que la nada me alcance.

Me gusta mirar el cielo y pensar que volveré a verla. Tan grávida, bajando directa hacia mí, con sus formas redondeadas; sus ojos verdes...

Me gusta escuchar viejas canciones de películas antiguas mientras recuerdo las puestas de sol cogidos de la mano, o como bailábamos por el espacio, dibujando serpentinas de espuma.

Me gusta pensar en Eva; porque sé que, al final del cuento, crecerá una planta que será árbol, y estaremos juntos.

(y todo comenzó con una bota...)

3 comentarios:

Laura Lauriña dijo...

Hola, me gusta lo que escribes

fernando dijo...

¿Será casualidad que esto me recuerde a Wll-e?

R. dijo...

A mí me ocurrió lo mismo que a Fernando, pero no deja de ser genial...