jueves, septiembre 01, 2005

el regalo de Alma

De aquel viejo usurero de la calle del Comandante Zorita aprendió tres cosas:

la primera fue que ningún hombre es lo que parece,

la segunda, que en un negocio, no se fía,

y la tercera, y más dolorosa, qu el cariño no vale nada.

Eso fue lo que aprendió Gabi el día que fue a empeñar su bicicleta, con la esperanza de poder comprarle algo bonito a Alma.

1 comentario:

kay dijo...

gracias! me encanta descubrir letras como las tuyas ;) te invito a kyoto