Cuando Marcos terminó el colegio había aprendido tres cosas: que sólo tenía 2 amigos, que más valía quedarse callado y que el mundo es cruel.
Cuando Bea terminó el colegio había aprendido tres cosas: que todo el mundo la quería, que con una sonrisa era capaz de todo y que el mundo estaba pendiente de ella.
Cuando Marcos encontró a Bea, o Bea encontró a Marcos, fue sentados en el pupitre de su primer día de clase del instituto. Ella se presentó, y el sólo correspondió. No hablaron más. Marcos pensó de Bea que era guapa, pero parecía tonta. Bea pensó de Marcos que era raro, pero parecía bueno.
Cuando ambos terminaron el instituto eran buenos amigos, no los mejores amigos, simplemente buenos amigos, esos que son poco más que compañeros de clase. Pero lo que Marcos no sabía es que la última vez que Bea le miró a los ojos vio desencanto y frustración, pero se enamoró. Y Bea no sabía que la última vez que Marcos la llamó por teléfono sólo quería decirle "te quiero", y no pedirle los apuntes de literatura.
3 comentarios:
algo mas q compañeros de clase no es "buenos amigos". ese no es mi concepto d amistd y lo sabes
saluditos entrañables
pd- todo bien?
sí, por suerte, todo bien
quizá no sea del todo exacto lo de buenos amigos, pero, quizá en esta historia si es así
Este relato es buenísimo, me encanta como los has escrito, en unas líneas decir tanto...Me gusta mucho...
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