domingo, febrero 05, 2006

atrás

Salía apresurada con su pesada mochila, bajando los escalones de 2 en 2, de 3 en 3. Sentía palpitar en su pecho la ansiedad de la emoción del que hace a a escondidas lo que más anhela. Y aquel plan había sido la ilusión de los dos últimos meses, dos meses valdíos de verano, de esos veranos en los que una ciudad desirta puede asolar cualquier alma.

Al llegar a la cabina de la esquina, llamó a Javi, tal y como habían quedado. Y tal y como habían acordado, pasada media hora se encontrarían en la estación para tomar el tren que les llevase por fin a ver el mar, como se habían prometido aquel largo y tedioso verano encerrados en la ciudad. Pero Javi, nunca llegó, y Diana se quedó dormida en los asientos de la estación. Sola.

Al despertar, Diana volvió a casa frustrada, y se dejó llevar en silencio ante los gritos y las riñas de sus padres. Los mismos que tanto temía Javi, y por los que se echó atrás. Pero lo q Javi no sabía, pues solo tenía 13 años, es que para quien se acobarda, para quien falla a un amigo, no hay paz cuando se queda solo en su cuarto intentando dormir...y que nunca más podría volver a mirar a Diana a los ojos sin estar diciéndola "lo siento".

play: "atrás", de Nacha Pop, versiones de Antonio Vega en "Básico", o de Enrique Urquijo en "Enrique Urquijo y los Problemas".

11 comentarios:

Anónimo dijo...

no hay nada peor que sentir que un amigo te ha fallado o que le has fallado.la amistad es muy bonita pero cuando sucede algo parecido a lo que has contado...el corazon se nos cae a pedacitos...

Laura dijo...

uff
hoy no sé qué decirte...

diana tiene otro nombre?


besos de tu me manques

Elena -sin h- dijo...

Espero que Diana no empiece a temer a las estaciones, algún día, estoy segura, ese tren la llevará al mar. Allí, sin duda, la sal le curará las cicatrices.

manue dijo...

Diana no supo pero sabe que aún ahora, le duele más a Javi, que lo que le pudo doler a ella misma. Porque Javi no ya no sabe del descanso...

Patricia Casalderrey dijo...

Porque no nos escapamos, huimos de la ciudad.
Y en esa marcha, en ese viaje hacia el mar, sólo nos separa la velocidad. Lo que separó a Javi y Diana tan sólo fue la diferancia entre los marcadores de km/h.
En los latidos.
Nunca consigo alcanzar el insomnio.

Bibián dijo...

Y porque no le buscó? Me parece que Diana se conformó con estar triste y no ver el mar. No me gusta agotarme por una piedrita en el camino, prefiero levantarme y correr más rápido aún!

kay dijo...

hola de nuevo!! vuelvo, vuelvo!! voy a leerte lo más que pueda, he de ponerme al día!

un abrazo cálido desde un día que ha sido... bonito ;)

lluvia de emergencia dijo...

cuanta verdad hay en tus comentarios niño...las traiciones no es que tengan un precio alto, es que a veces no tienen precio y entonces ... ya se sabe, siempre cuesta más conseguir algo que tiene precio que algo que no lo tiene

:)

lluvia de emergencia dijo...

mmmm en que estaría yo pensando ... creo que os habreis dado cuenta de que quería decir justo lo contrario:

cuesta más conseguir las cosas que no tienen precio que las que sí lo tienen por muy alto que sea


ay ay ay me voy a dormir. dulces sueños

lluvia de emergencia dijo...

ay esos fallos !!!! que puñeteros son ... para quien los sufre ¿para quién los comete?

Anónimo dijo...

Seguro que algún día Diana esperara de nuevo en el andén y la persona esperada llegara para ir con su amiga a ver el mar y al fin del mundo si hiciera falta.
Sólo espero que el pobre diablo de Javi algún día consiga olvidar que un dia abandono a un amigo y en la siguiente oportunidad consiga redimirse.