sábado, febrero 11, 2006

spirit rebelde

Nos conocimos el día más triste de su vida. Y la perdí el peor día de la mía. Entre ambos, pasó media primavera y todo un verano cargados de sonrisas y abrazos, y alguna que otra lágrima compartida.

Aún recuerdo la segunda vez que te vi, ni me esperabas, ni esperaba verte, a pesar de ser tu cumpleaños y llevarte un regalo. Desde ese día, las noches ya nunca fueron igual. Nos recuerdo a los tres cantando y bailando las canciones de Placebo, los Red Hot, Fangoria, Ellos...tu bolso azul del 82, que era de segunda mano y me dejaste en herencia, aunque nunca llegué a tenerlo, y en el que siempre guardabas una grata y dulce sorpresa, como aquella botella de Peñascal que nos tomamos en mi terraza, quitándome toda esa tristeza que aquella tarde me había ido a visitar.

Por tí, me hice socio del videoclub, para poder ver en tu casa "mi vida sin mí", aquella noche de paseos y cerveza de gasolinera, que al final me quedé a dormir en tu casa. Y la mañana siguiente, cuando después de desayunar nos tiramos en la cama a ver dibujos alemanes en la tele local. Y aquella noche cantando canciones de la casa azul en aquella plaza desierta, o aquella otra en la que cenamos en tu casa, y la vez que cenamos en la de Car, o en el apartamento...o cuando, el peor cumpleaños de mi vida, me sacaste una sonrisa cantándome el cumpleaños feliz por teléfono a las 3 a.m.

Aún guardo la carta en la que os decía lo siento...

Aún te echo de menos...

play: "Laura", de Piratas (Sesiones Perdidas)

9 comentarios:

Laura dijo...

todos guardamos algún juguete roto en esa cajita...

Laura dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
M dijo...

vaya...

si, este es un texto de 'vaya...', porque por más que lo intento no se me ocurre otra cosa... vaya...

lluvia de emergencia dijo...

si me lo permites ... se ve muy bonita la historia. Pero no olvides que lo más importante es ser feliz ahora. No en el pasado ni el futuro. Un pequeño esfuerzo es más que suficiente la mayoría de las veces para conseguirlo. Te lo dice una experta cazadora de felicidad

:)

Vgrant dijo...

Cuando las cosas terminan, lo menos que pueden dejar tras ellas es un rastro de momentos congelados en el tiempo. Lo único que podemos hacer es coger ese collar de perlas de nuestros recuerdos y ponerlo alrededor de nuestro cuello, para que algo de todo ello quede en nosotros. ¡Qué menos que eso!

Bibián dijo...

No hay nada tan bonito -y melancólico- que los recuerdos de historias gratas. Hay algunos que nunca los tienen. Que afortunado eres!

Un abrazo

alZhu dijo...

Hay noches que nunca podrán olvidarse. Se encargan de ello canciones asesinas enviadas en el momento menos oportuno. Demasiada banda sonora para poder soportarlo.

Un abrazo.

Elena -sin h- dijo...

Las noches y las canciones son demasiado buenas compañías para echar de menos. Elige una canción alegre y busca un rayo de sol, quizás así echar de menos sea menos fácil.

kay dijo...

y encima pones esa canción de banda sonora!! qué más!? qué más!!!!!
jajajaja!
Como siempre, me encanta cómo escribes y las cosas que cuentas. Me gusta tu manera de contar, tu estilo, porque... son tan sencillas y tan bonitas tus historias