miércoles, marzo 01, 2006

claudia

Bajabas la escalera bostezando, con pocas ganas de ir al cole, de la mano de mamá. Mamá, que en el rellano siempre se paraba a colocarte la bufanda y el gorro. E ibas de su mano, tan grande al lado de la tuya, por todas aquellas calles, las únicas que reconocías por ti misma. A veces te hacías la remolona para que mamá te llevara la mochila; otras, le contabas si hoy tendrías plástica, que era lo que más te gustaba, o si habías hecho bien las cuentas que la profe nos había mandado el día antes. Siempre mirabas arriba, porque a los seis años todo queda arriba. Y le preguntabas a mamá si te llevaría al parque después de clase. Siempre te despedías de mamá en la esquina que había justo antes de llegar al colegio, pues no eras tan pequeña como para que mamá te llevara al cole, después de todo ya tenías seis años; aunque siempre te volvías al llegar a la puerta y la saludabas sonriendo. Sonreías porque la veías allí, porque siempre que ella estuviese allí todo estaría bien.

Ayer, por la tarde, me encontré a Claudia. Hacía tiempo que no nos veíamos. Estaba sentada sola en un banco del parque. Nos saludamos y me senté a su lado un ratito, ya sabes que yo siempre tengo tiempo. Me contó que ya no todo estaba bien, mientras me traspasaba el gris de sus ojos tristes. No dijo más. Yo no pregunté.

Esta mañana, mientras leía el periódico en el desayuno, me he encontrado con la esquela de la madre de Claudia.


“cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerta lisa y llana
no existía.”

Mario Benedetti.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

ay!me he quedado mal...la vida se puede esfumar en un minuto, en un instante puedes dejar de ser la misma persona,puedes dejar de ser tú...por suerte, aún conservo todo aquello que más quiero,pero si tengo amig@s que me transmiten ese gris en los ojos...ahora claudia solo necesitará cariño,para llenar ese vacio inmenso como es el dolor de perder a una madre...

Bibián dijo...

No digo, no puedo decir...
Un abrazo

Elena -sin h- dijo...

Recuerdo que de pequeña siempre era la más alta de la clase (y aún sigo siéndolo)y yo lo odiaba porque no quería sentirme más mayor que los demás, quería seguir tirándome al cuello de mi madre al despedirnos, cuando yo entraba en una clase y ella en otra... y aún sigo queriéndolo, por eso cada vez que me despido de ella, la abrazo fuerte, como para impedir que se vaya...

manue dijo...

Si ves a Claudia, dale un abrazo de mi parte y dile...
... no le digas nada. A mi no me gustaría que me dijeran nada.

Julia Moreno dijo...

Siempre va a estar ahi aunque no este, para eso tenemos la magia del pensamiento que mantienen vivos olores, sonidos, tactos y recuerdos que casi podríamos tocar si alargamos la mano con los ojos cerrados. Me encantan tus historias y compartimos amor por Benedetti, volveré para dejarme sorprender...
;)

kay dijo...

sólo con el título me apetecía decirte que "claudia siempre me pareció un nombre de niña preciosa"... pero después de leerte, recuerdo -como si hubieras rascado entre las páginas de mi pasado más olvidado- que también era de niña triste. Y que siempre pensé que esa pequeña claudia tendría una historia triste... Es curioso lo que se piensa, y lo que se olvida.
Cierta extraña conexión ¿Verdad?
Un abrazo pequeño, de prima a primo ;)

kay dijo...

pqueño... Pablo, y música
;)

Laura dijo...

gracias por no aparecer en el periódico, en mi periódico, como la madre de claudia, y seguir tras de todo lo que escondías
te quiero

Lost in Translation dijo...

que mal :( lo siento por claudia