domingo, octubre 28, 2007

todo el frío del mundo

Siento ese frío. Ese frío que nace en la nuca, quizá por el viento o una corriente o qué sé yo, y repasa vértebra a vértebra toda la columna, haciéndote estremecer; y da igual que estés en casa, acurrucado junto al radiador de debajo de la ventana, mirando la misma calle de siempre, que siempre es un poco distinta, con una nueva lluvia, que siempre parece la misma, pegada al cristal por el que miras el vaivén de paraguas, niños que han salido de clase, madres, padres, abuelas, abuelos, gente que va y viene, los que salen del supermercado, los que entran en él, alguno que otro que pasa por el taller de motos, chicos, chicas, quien pasea a su perro, quien simplemente se pasea, y es entonces cuando te das cuenta que no hay nadie al lado, y que estás en casa porque el teléfono lleva meses sin sonar, y que ese frío que se te ha colado por la nuca bien se podría ir con un abrazo, pero no hay quien te abrace más allá de la manta que tienes ahí cerca y en la que te envuelves buscando más un poco de algo que alguien que se hubiera envuelto con una manta dejara allí olvidado, que el calor que te temple el cuerpo. Porque cuando el frío anida debajo de los huesos, no hay manta, ni colcha, ni bolsa de agua, que temple el cuerpo. Y la piel se eriza buscando otra piel, y solo encuentra aire y tela. Y sientes ese frío…

8 comentarios:

Edel dijo...

Frío que nos encoge y nos asusta... pero que todos hemos sentido alguna vez.
Un abrazo cálido, desde mi Atalaya.

Nidesca dijo...

y sin embargo, digo yo, a veces llegan unos labios capaces de desvanecer cualquier iceberg.

abrazos

Anónimo dijo...

Mi mejor manta resulta ser un textito, algo que me recuerde el trópico, pero que me aleje del temporal...
[algo como tu!]

Shh... dijo...

Te dejo una mantita para que te abrigues...
Mil besos

Anónimo dijo...

Debajo de la manta no encontrarás nada más que pelusa. Si no buscas no encuentras; si no te levantas y dejas el sofá y la ventana y te mojas un poco con la lluvia, seguro que acabarás congelado.
Saludos y ¡aupa!

majus dijo...

la ausencia es peor que la misma soledad...

cuando pierdes a alguien es como si muriera, pues aunque siga vivo esta mas que ausente y te lo recuerda con ese suspiro frió en la nuca, que te eriza y te estremece.

por lo menos los muertos se van; pero los ausentes siguen ahí, te martirizan con su recuerdo y te cambian por otro, al averse enfriado la marca de tus labios.

Elena -sin h- dijo...

Que se llama soledad, o miedo, o angustia, o tristeza.
Muchos nombres para la misma sensación: frío

Raul dijo...

Todo el frío del mundo es mucho.

Sólo puedes matarlo desde fuera, dejando que otros brazos lo estrangulen, o vomitarlo tú.

Vomitar no es cómodo, la verdad...