Acodado en la barra, con otra copa de más en la mano, haciéndose demasiado larga, igual que la noche, a la que se le escapaban las horas entre los dedos como a él los días. Miraba a la pista. Viendo bailar a las chicas, despreocupadas y divertidas o, al menos, alojadas en la superficialidad buscando una felicidad efímera y frívola que, casi siempre, acababa residiendo en la entrepierna de alguno y, ¿por qué no esa noche en la suya?
Dio un nuevo vistazo de reconocimiento, y se sintió un poco más viejo, a pesar de tener los 30 apenas estrenados. Algunas le parecían demasiado niñas, otras demasiado hermosas, aquellas de allí le habían mirado un momento, y al saludarlas, habían cuchicheado para después reír todo su desprecio. Volvió la cara a la barra y se encontró con la cara de una camarera que se debatía entre el cansancio, el aburrimiento y su cometido, el pelo recogido, un escote de vértigo y un mar de dudas por descubrir allí donde la barra no dejaba ver; una camarera… ¿por qué no?
-¿Quieres algo?
-Otra ___________-y sin atreverse a completar la frase, señala su vaso a medio vaciar.
Idiota. Así es como se siente cuando apenas ha agotado la charla con esa chica de la cola del baño, sintiéndose aliviado cuando la llega su turno y él huye en busca de la salida. “Soy ridículo, se dice, mientras sale a la calle semidesierta en busca de otro bar, de otra ___________ .
Apenas queda una hora para que amanezca cuando se encuentra sentado en un escalón frente al recién abierto after. Está mareado y siente náuseas; quizá sea hora de volver a casa en vez de seguir intentándolo. Echa la mano al bolsillo y al encontrarlo vacío, decide que es mejor volver a casa.
Tras cerrar la puerta, arrastra los pies hasta su cuarto. Se desnuda y se mete en la cama, triste y angustiado al no tener otra ___________.
(oportunidad)
2 comentarios:
Como cambian las historias por una sola palabra.
Saludos.
Siempre faltan oportunidades...
Volviendo por estos parajes...
Besos!
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