domingo, octubre 18, 2009

tregua

Me querías como nadie lo había hecho, aunque fuera desde la distancia, y como nadie me llegaría nunca a querer. Quisiste regalarme el más bello de los recuerdos, una sola noche, una pequeña tregua para los dos, un regalo que la vida nos debía y todas esas cosas que decías con tu palabrería. Me hiciste sentir el deseo y la ternura como nunca antes, me hiciste sentir cada milímetro de mi piel como si fuera el más valioso y deseado de los tesoros. Pero no sabías que, tras tus caricias, tus atenciones, que ese recuerdo eterno y perfecto, que ese amor sin igual implicaba que me pasaría la vida echándote de menos.

Y ahora no sé qué hacer con tanta pena.

6 comentarios:

Andrómeda dijo...

A veces pienso que tenemos recuerdos compartidos.

Medio abrazo comprendido

kay dijo...

cuando uno se descubre echando de menos elevado a la enésima potencia... a mi se me ha olvidado quién soy; estará todo bien hasta que no te reconozcas en el espejo :*
un beso muy fuerte

kay dijo...

ah! retorno de las galias. en enero vuelvo descentrarme en el centro del país :*

Elendaewen dijo...

Pues ahógala (la pena) en un vaso, y sal a que te quieran, que se puede, que hay más caricias perfectas.

Saludos.

ANNE :) dijo...

ohh he pasado x aki muchas veces esperando un nuevo post tuyo!.. me encanta este..."con tu palabreria"jajajaja que todos compartimos cosas parecidas... bueno!

saluditos

Anónimo dijo...

jo-der

Úrsula