Llegó el momento de decir aquello de no saber si nos volveríamos a ver, de ver como el barco se hundía, y, yo, tranquilo, me hundía con él tomándome otra copa de vino, de ese vino que no era para compartir.
El momento de dejar de ser un muerto viviente más entre todos esos vagones que corren a la sombra del asfalto. De abandonar todas estas cajas tristes y vacías, de despedirme en febrero, y salir a la calle, a ser como antes, a encender las noches con canciones que me hacen recordar lo que ya no seré, lo que no quiero ser.
El momento de olvidar que digas o no lo que deberías o lo que no deberías decir. El momento de salir a la calle, aunque llueva, de pasear por calles que pronto volverán a ser mías, buscando esa gente que camina tranquila y que mira al frente sabiendo que el suelo no es el horizonte.
El momento de disfrutar, de nuevo, de esa juventud que nunca morirá, de ir hacia la luz, de disfrutar de una nueva oportunidad.
(inspirado en el último disco de LHR)
1 comentario:
Tan parecido y tan distinto de lo que yo escribí en el ultimo....
muy bueno si señor
sigue asi....
nunca se puede olvidar lo que se quiere y donde y cuando uno fue feliz....
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