viernes, septiembre 28, 2007

hoy

Hoy, cuando te vayas, cuando te levantes de mi lado, cuando salgas de la ducha, cuando recojas la ropa del suelo y te vistas en silencio para no despertarme, mientras yo me hago el dormido, por favor, olvida tus llaves sobre la mesilla.

Hoy, cuando tras vestirte, pases por la cocina, y bebas lo poco que queda del zumo de naranja en la nevera, cuando cierres su puerta y releas mientras lo bebes todas mis notas de quien ha llamado, de ideas, de recados, de listas de la compra ya hechas, de imanes de sitios donde estuve contigo y sin ti, no cojas el lápiz de la encimera, no tomes ninguno de esos papeles y escribas nada por detrás, donde aún quede un espacio en blanco.

Hoy, cuando llegues a casa después del trabajo, cuando te hayas desnudado y hayas puesto la lavadora, cuando te pongas tu pijama y te sientes ante la tele dudando si hacer o no la cena, y con el teléfono en la mano consultando la agenda, no me llames.

Hoy, cuando vayas a la cama, acariciando tu cuello dolorido de sestear sentada en el sofá ante otra insoportable película repetida, cuando apagues la luz y des media vuelta buscando postura para uno en una cama para dos, no me recuerdes.

Porque no te abriré más la puerta; porque no volveré a leer tus mensajes ni tus cartas; porque no volveré a coger el teléfono; porque no volveré a soñarte.

Porque si no soy capaz de olvidarte, quiero ser capaz de que me olvides.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

q bonito

no he desaparecido, sigo donde siempre. sigo leyendo

Úrsula

Anónimo dijo...

quiero que el punto y final sea para dos
precioso
.....*

Anónimo dijo...

Por suerte o desgracia, no depende de ti lo segundo, ni si quiera es asunto tuyo. Sin ofender.
Saludos.

Anónimo dijo...

es precioso pequeño.... simplemente precioso

Elena -sin h- dijo...

Pero normalmente esos dos acordes no avanzan al mismo ritmo.
Precioso texto.

majus dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
majus dijo...

aunque el mundo y tu adiós me digan lo contrario, me convertiré en un masoquista por su recuerdo...

majus dijo...

pues el corazón anhela lo que nunca conseguirá. en un principio eran sus labios pero ahora son sus lágrimas (pues nunca llorara lo que yo llore por el.