Sin querer, sigo pasando las tardes pegado a mi ventana, esperando verte pasar, como entonces. Y oír el timbre poco después de verte cruzar, y bajar las escaleras de dos en dos, y sin dejar de correr, abrazarte en el umbral y besarte con ganas, con un te echo de menos echo pasión, y abrazarte sonriendo.
(si, lo sé, ni tan siquiera sabes donde vivo, y la única vez que te besé así fue anoche, cuando quería huir de mí)
Sin querer, sigo echando de menos aquellas tardes después del instituto, en las que pasábamos horas sentados en el banco del parque, comiendo pipas y confesándonos secretos, en los que besarte era tan solo un sueño, y tú paseabas por mis sueños cada noche sin saberlo.
(lo sé, lo sé, nunca fuimos al mismo instituto ni nos hemos sentado en el mismo banco, y sigue dándome vergüenza comer pipas en público)
Sin querer, te me has metido tanto en la cabeza que juego a llenar todos los momento que no has pasado conmigo con tu silueta, con tu sonrisa, con las horas que te pude robar en tres días.
(y no me mires así, porque sé de sobra que, aunque no debería decir esto, te encanta leerlo)
6 comentarios:
:)
A mi me ha gustado (y no sé si soy yo o otra yo en tus letras)
Saludos.
Paseando por estas calles di con tu rincón... me he quedado atrapada entre todas tus frases... todas...
Volveré.
néleb.
y sin embargo lo escribió, porque sabía que le gustaría leerlo...
dónde te has metido?
Donde estas pqueno, que es de tu vida....
vuelve vuelve....
ñpero ya!!
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