domingo, febrero 06, 2011

luces de amanecer en la autopista

Y, un buen día, miras alrededor y ves que las cosas han cambiado.

Las paredes que me rodean son distintas, los ruidos de esta casa son otros ruidos, ruidos que no son del todo propios, que no te guardan secretos.

Y las horas de diario se pasan de pie en un autobús, donde el cansancio puede a las ideas, y los ojos miran sin ver, y no encuentran historias que contar.

Y las horas que van pasando se acumulan, aumentando la distancia, espaciando el hueco que hay entre letra y letra. Y echas de menos aquellas tardes de paseos largos y solitarios por las calles donde crecías; y volver a casa para escribir algo, en aquella mesa, en aquella esquina de aquella habitación que nunca estaba cerrada.

Y llegó el día en que me di cuenta que crezco, y que me echo (un poco) de menos.

la música y la culpa han sido del bueno de Nacho

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