Volver a aquella ciudad no había sido fácil. Volver así, sin más motivo que el miedo de haberse dejado algo olvidado entre sus calles y sus noches de sábado. Bajar al andén, y ver que nadie te espera; saber que esas miradas un poco extrañas de personas que esperan a personas y se abrazan se deben a que no llevas equipaje, a nada más.
Volver a aquellas noches que hoy parecen dar un viaje al pasado pero con el cansancio de los años cogido a los tobillos, haciendo los pasos más cortos. Vagar por calles que compartimos, cuando nos gritábamos y nos odiábamos y acabábamos enredados en algún portal, confundiendo besos y caricias, con cremalleras que se abren y suspiros que se ahogan por miedo a ser descubiertos.
Volver para darme cuenta que lo que echo de menos, lo que busco, no es a ti, ni tan siquiera es tu recuerdo…que tan solo busco lo que ya no soy, lo que quise dejar atrás, huir y cambiar.
y darme cuenta de que cambié, y que no sé si eso me acaba de gustar.
dedicada a Hugo Vgrant, por su maravillosa canción de mismo título que me dio la inspiración
3 comentarios:
Me ha encantado... muy chulo....y muy real...
Dentro de unos días volveré, sin apenas equipaje, porque no hay mucho que quiera conservar de ese lugar y de ese tiempo.
Bajaré del tren y me encontraré conmigo, y tal vez, con un poco de suerte...
Hola!
pasando a saludar
se extrañan textos nuevos
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