-Mira, es un mensaje de él. ¿Sabes?, siempre me escribe cuando menos me lo espero, diciéndome que me quiere.
-Chica, qué envidia.
Como tantas otras veces, como cuando veía una mochila abandonada en el cercanías o iba demasiada gente en el autobús, o, simplemente, cuando acababa de cruzar una calle con el semáforo en rojo, y un coche que sobrepasaba el límite de velocidad le pita después de rozarle el faldón de la gabardina, le había mandado un mensaje diciéndole lo importante que era para él, y había suspirado.
Siempre suspiraba cuando notaba lo doloroso que es vivir con miedo.
4 comentarios:
M a g n í f i c o
Me pierdo entre tus palabras y no quiero encontrar el camino de vuelva. Maravilloso.
Qué a tiempo llegan siempre tus publicaciones...
Buen blog como siempre....y eso de los miedos? no se me siento identificado con el que escribe los mensajes....lo que pasa que pa que lleguen tan lejos me arruinaría a los 3 dias!!
un abrazo amigo
PD: pa que veas que yo si me paso...Todavbia estoy esperando coment en alguno de los tres ultimos mios y el de hoy y opinión..
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